Saludos, viajeras y viajeros!!!
Justo un año después de mi visita a las increíbles Islas Galápagos por fín conseguí un mínimo de tiempo para publicar algo en el blog, con permiso de que aún no subí las fotografías de muchos lugares de Indonesia que había prometido para el apartado correspondiente, y que poco a poco, cuando el tiempo me lo vuelva a permitir, también iré completando para que no se pierdan nada de lo que descubrí en aquel espectacular lado del mundo, y ojalá les sirva como una ayuda o un simple esbozo de un viaje que queráis hacer a vuestro aire.
A finales de septiembre de 2.017 conseguí unos días libres para el mes siguiente, y con total improvisación y sin tiempo de preparar nada, compré un pasaje de avión a Guayaquil, Ecuador.
La primera idea que tenía en mente era averiguar sobre el terreno lo más interesante que conocer alrededor de mi punto de partida en ese país, para ir ascendiendo por el país hasta llegar a Quito, y de allí intentar alcanzar la selva del Cuyabeno. De sobrarme tiempo, intentaría conseguir algún vuelo para una breve visita a las Islas Galápagos. Pero como suele suceder cuando se hacen las cosas así, es que el resultado nada tiene que ver con la idea inicial.
Después de un arduo viaje transoceánico en un avión donde no cabía un alfiler más, aterricé sobre las 4:30 a.m. a Guayaquil. El trámite de la entrada al nuevo país fue rápìdo y sencillo, por lo que me quedé unas cuantas horas sin nada que hacer hasta que abrieron los stands de las distintas compañías aéreas y los puntos de información del aeropuerto.
Sobre la marcha encontré una oferta de vuelo, solo de ida, a la isla de San Cristóbal, en Galápagos, a las 11:10 horas de la mañana, y como me explicaron el trámite para conseguir la obligatoria Tarjeta de Control de Transito (TCT), cosa que me resultó de lo más sencillo obtener (a la par que caro, unos 120€ en total), Sin pensarlo mucho, cambié de idea. Primero iría a las Galápagos y después a lo otro, pensé. ¡Qué iluso! nunca se me ocurrió pensar que me fascinarían tanto aquellas islas que agotaría todo mi tiempo para ese viaje, deambulando de una isla a la otra. Y menos mal que Marijose desde casa, me tramitó un vuelo de vuelta a Guayaquil desde la isla de Santa Cruz para llegar a tiempo a mi vuelo de vuelta a España, porque casi perdí la noción del tiempo.
De momento, no contaré mucho más, pero como aperitivo a este viaje les dejo el primer video que he tenido tiempo de montar sobre las fascinantes Islas Galápagos.
En las gélidas aguas de este archipiélago de origen volcánico, ya sea en altamar, en los múltiples islotes que salpican la costa de las islas principales, incluso en las playas cercanas a los tres núcleos poblacionales de las respectivas islas habitadas, la cantidad de vida que se concentra y acude a curiosearnos con el mismo asombro que nosotros a ella, es simplemente, abrumadora.
No te lo pierdas, espero verte por aquí hasta el final de este apasionante viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario